Más allá del Grito en septiembre: mirar otro México

Alberto Ruy Sánchez

Portada del número 66, La china poblana.

Mirar México en la materialidad de sus símbolos y representaciones, de sus ritos y sus mitos tiene que plantearse el reto de comprenderlo, de explorarlo más allá de lo que parece ser ya conocido y proponer nuevas preguntas y nuevas respuestas.

El proyecto de Artes de México lleva años lanzando el reto de pensar que no todo ha sido dicho sobre los rituales de la muerte ni se ha comprendido su dimensión profunda de ritual que restablece de manera muy precisa en los pueblos el tejido social. Que, como el día de muertos, ninguno de los temas comunes de la nacionalidad pueden ser desechados como ya vistos y todos necesitan detenerse reflexivamente en ellos.

Desde las plantas que en México son cultura simbólica: el maíz, el nopal, el maguey, hasta el histórico proyecto abortado de una Independencia de la nación sin guerra de por medio.

Desde las bebidas que son artes tradicionales como el tequila y el mezcal hasta la china poblana, el mariachi, el rancho.

Desde los animales que forman parte de mitos ancestrales todavía vivos a lo largo y ancho del país en la vigilia y en los sueños de sus habitantes, hasta la existencia innegable de una medicina tradicional cuya seriedad y penetración es profunda, efectiva, respetable y defendible. Desde el sarape y el rebozo, la invención de un color denominado rosa mexicano hasta las construidas visiones de la guadalupana, el territorio que reta nuestro poder de reflexión es mucho más amplio que nuestra geografía.

Portada del número 78, Rituales del maíz.

Pensar y mirar de otra manera

El proyecto Artes de México trata de establecer poco a poco y a mediano y largo plazo una verdadera historia de las mentalidades. En el sentido que se da a este término en la historiografía contemporánea que se permite reflexionar sobre diversas dimensiones de la vida implicadas unas con otras. Lo que implica no tener miedo a la complejidad de realidades palpitantes que parecen inexplicables o amenazantes como callejones sin salida. Implica armarse de los conceptos y las ideas para enfrentar esas complejidades que vivimos y tratar de descifrarlas palmo a palmo, sin considerar irrelevantes los detalles, las formas, las creencias, los rituales, lo cotidiano, en pocas palabras la cultura en su diversidad irrenunciable.

En sus 28 años de actividad continua, en sus más de cien ediciones monográficas, Artes de México ha tratando de pensar al país más allá del necesario memorial de agravios y más acá de los bruscos intentos generalmente ineptos de gobernantes ciegos, sordos y mudos de convertirlo, por obra de magia (reformas inaplicadas y muchas veces inaplicables por razones que no entienden y que no son sólo las más nefastas) en el país que no es.

Portada del número 14, Cerámica de Tonalá.

El otro México, no sólo el herido y sangrante, también les incomoda, no pueden verlo porque no saben cómo colocarlo en su pensamiento. Hay un problema básico de mentalidades. Y de no tener el alfabeto para leer las realidades del país. Un analfabetismo de otra manera.

Un ejemplo claro. La economía ritual del exceso, de eso que los antropólogos llaman técnicamente el potlach, que crea en una comunidad una red de reciprocidades y un tejido social que se renueva, existe en el país y no es solamente eso que nuestros economistas gobernantes llaman despectivamente “economía informal” o con más ceguera “economía precapiltalista”. El texto capital de Marcel Mauss, Ensayo sobre el don, que tanta influencia tuvo en Claude Lévi-Strauss por un lado y en Georges Bataille por el otro, sigue siendo fundamental para entender a México de otra manera. Es la base de una comprensión de las prácticas económicas donde la transacción trasciende lo material y lo espiritual creando lazos tremendamente significativos.

La economía del exceso merece ser vista y escuchada atentamente porque convive con la economía moderna y suple de manera orgánica las deficiencias de la economía de mercado que fueron estudiadas detalladamente por el recién fallecido Douglas North. Estudios que le valieron el Premio Nobel de Economía de 1993. Dos de sus libros clave han sido publicados por el Fondo de Cultura Económica: El análisis económico de la usura, el crimen, la pobreza, y el utilísimo Instituciones, cambio institucional y desempeño económico.

Portada del número 122, Semilla de identidad.

120 temas, 120 preguntas clave

Lo más inesperado siempre sucede cuando las preguntas y las respuestas son certeras y tocan puntos neurálgicos de la cultura. Cada investigación de Artes de México ha logrado que un tema adquiera nuevo valor público. Desde la primera monografía dedicada a Gabriel Figueroa hasta la primera valoración moderna de la talavera de Puebla, los efectos de todas las ediciones merecen una historia aparte. Y ya son más de 120 experiencias excepcionales. Pero la clave está en el contenido de cada libro-revista que lo hace a la vez actual y perdurable. Que le da un valor de referencia que todos citan, continúan, toman sin o con respeto, cuestionan o enaltecen. Ahí está el ejemplo del tequila. Cuando decidimos dedicarle un número mucha gente nos decía que no era posible considerarlo un fenómeno cultural. Demostramos lo contrario.

Portada del número 27, El tequila, arte tradicional de México.

Mucho antes de que el tequila tuviera la aceptación y el prestigio del que ahora goza, Artes de México planteó a un grupo de pensadores y estudiosos de los fenómenos culturales la pregunta: ¿por qué y cómo el tequila, entre las decenas de bebidas regionales del país, adquirió el estatuto de símbolo nacional?

Las respuestas a esa pregunta clave que muy pocos se plantearon antes tardaron varios años en volverse consistentes y formar el cuerpo del libro-revista monográfico que las ofrece al público. Alfonso Alfaro, como de costumbre, ofrece una clave única que merece ser visitada con detenimiento. Nos habla y explica cómo y por qué ciertos fenómenos se convierten en una especie de lingua franca de la nación y otros permanecen sólo como regionales.

La complejidad del fenómeno no reduce la simplicidad del goce. Y esa edición lo mismo incluye un poema que Álvaro Mutis escribió especialmente para ella que un cuento de Laura Esquivel, un recuento de crónicas de viajeros por las tierras del tequila de María Palomar, ensayos históricos de Margarita De Orellana y José María Muriá, Juan Palomar sobre el paisaje agavero y Vicente Quirarte sobre una poética del tequila, incluyendo el famoso poema de Efraín Huerta a la célebre copa tequilera, el caballito.

Portada del número 37, Serpiente virreinal.

Con el fenómeno cultural del tequila, en su ámbito vienen la charrería y el mariachi, la china poblana y por supuesto el mezcal. Para esa edición se hizo una investigación especial tratando de responder a la pregunta: ¿qué saberes tradicionales ligados al mezcal se practican, permanecen en el campo mexicano y se pierden cuando el mezcal se industrializa?

Cada una de las ediciones penetra en un fenómeno, lo cuestiona, lo revitaliza como problema y como goce, le da nueva vida.

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