De cómo recuperamos a “un pintor desconocido”. Crónica de una exposición I

Ariadna Vargas Trejo

El plan

Hace más de un año, varias instituciones nos reunimos para discutir la posibilidad de hacer una exposición sobre el pintor guanajuatense Juan Nepomuceno Herrera y hace unos meses nos dimos a la tarea de iniciar formalmente el proyecto. Los interesados fueron la Universidad De La Salle Bajío, a través de MiMuseo Universitario De La Salle (MiM), la Secretaría Federal de Cultura y la Fundación Organizados para Servir, A.C.

Cartel con obra intervenida para la promoción de JNH Un pintor desconocido.

La exposición pensada para el MiM se basa en el texto publicado en la revista Artes de México, número 137, año XVIII, Un pintor desconocido. Juan N. Herrera redactado por Gonzalo Obregón en 1960, así como en los artículos que forman parte de la más grande y completa publicación hecha sobre el pintor: Juan Nepomuceno Herrera. Los lindes del retrato. Esta edición cuenta con textos de Enrique Avilés Rodríguez, Jaime Cuadriello, Mariano González Leal, Alejandra Sánchez y recupera un fragmento del texto de Gonzalo Obregón. Con este material pude sumergirme en las visiones de grandes investigadores que crean un retrato detallado de lo que se sabe sobre el retratista guanajuatense.

Cada artículo es una ventana distinta al amplio paisaje en el que Juan Nepomuceno nació, creció, pintó y murió. Cada autor nos imparte una cátedra del arduo trabajo del investigador, y transmite el amor y la pasión por el oficio de conocer y rescatar de entre los dejos de la historia del arte a un gran artista. Pero ¿cómo traducir todo este universo histórico a una muestra en un museo universitario en donde el público más importante y de mayor afluencia son estudiantes de preparatoria y licenciatura?

Sala Flexi del MiM.

 

El espacio: ¿qué es el MiM?

El MiM es un espacio en donde se desarrollan y promueven exposiciones de arte y artesanía, así como actividades que inciden en el aprendizaje significativo de la comunidad que lo rodea. El museo es un recurso que se explota al máximo para impulsar el interés de la comunidad por tener experiencias que vayan más allá del ocio, y una de las premisas más importantes para el MiM como proyecto educativo es romper el paradigma del museo tradicional como un lugar tedioso y lleno de objetos desconocidos. El objetivo del Mim es lo contrario, pues se crean puntos de encuentro entre el objeto expuesto y el visitante, para entonces poder entablar un diálogo estético, mental y sensorial.

Montaje de la exposición.

 

JNH y el MiM

Para recibir la obra de Juan Nepomuceno Herrera, en el MiM decidimos tomar prestado el título de Gonzalo Obregón para llamar a nuestro proyecto JNH Un pintor desconocido.

En la museografía nos aventuramos y evitamos las gamas de colores que se utilizan frecuentemente en las exposiciones de temas decimonónicos. En este caso, el amarillo –tono que nos remite a la creatividad– fue el primero en ser escogido, pues queríamos que llamara la atención del espectador. El azul –utilizado en la sala Santander– se retomó del colorido básico de la obra religiosa del pintor, finalmente, se eligió el rosa a manera de balancear los matices anteriores.

También nos atrevimos a intervenir digitalmente una obra del artista como imagen principal de la exposición, y decidimos que el compromiso con nuestros jóvenes visitantes sería presentarles a un pintor desconocido que vale la pena identificar porque es guanajuatense, por su talento y porque merece un lugar en la historia. Así, forjamos un guión curatorial estructurado de la siguiente manera:

Introducción. Abordar el uso de conceptos que permitan al visitante familiarizarse y tender puentes con las piezas expuestas. Es decir, comenzar la visita por la muestra entablando un diálogo con los visitantes sobre nociones básicas de cultura, arte y patrimonio.

Vestíbulo del MiM. Espacio asignado para el diálogo sobre cultura, patrimonio y arte.

 

Contexto. Se designó un espacio para abordar sucesos relevantes o determinantes en la vida de Juan Nepomuceno Herrera, así como los eventos históricos, políticos y culturales que sucedieron en su tiempo y que pudieron influir de manera directa o indirecta en el desarrollo del artista. Esto se abordó con la ayuda de una línea de tiempo desarrollada por la historiadora Alejandra Sánchez.

Vista de Sala Flexi. Muro de retratos y línea de tiempo.

 

La pauta que marca la personalidad de esta muestra es la experiencia de Gonzalo Obregón en su primer encuentro con una pintura de Juan Nepomuceno, tal como la menciona en la revista Artes de México:

Hace como veinte años [1950], visitando una casa particular en la ciudad de León, famosa por el exquisito gusto del dueño, después de admirar tallas coloniales, porcelana “Vieux Paris”, miniaturas, telas y todo lo que constituye una colección digna de este nombre, al entrar en una sala pequeña quedé como hipnotizado ante el retrato de un eclesiástico que me miraba, entre irónico y bondadoso, desde su marco dorado. La pintura se imponía como una verdadera obra maestra; era tal la personalidad del pintor, que los demás objetos de arte reunidos en esa casa parecían desvanecerse ante el magnetismo que emanaba de aquella obra (Avilés, Cuadriello, et al., 2018, p. 32).

Sala Santander MiM.

 

Y por esto recreamos aquel momento histórico en el que un esteta se encuentra casualmente con una obra maestra. Un encuentro fortuito con un retrato ubicado entre decenas de objetos hermosos y valiosos.

Retratista. Juan Nepomuceno se caracteriza por ser un gran retratista, los historiadores que han estudiado su trabajo hablan de un pintor dedicado, que sobresale de entre muchos de sus colegas contemporáneos.

Si la obra de Herrera se hubiese limitado a los temas religiosos, no habría pasado de ser un pintor de buena calidad, pero sin un acento personal. Hay que ver la segunda parte de su obra; es decir, considerar a Herrera como retratista. En este género, excede infinitamente a cualquiera de los retratistas que contó México durante el periodo de 1840 a 1860, o sea, antes de que salieran a la luz los excelentes discípulos que llegó a formar Pelegrín Clavé (Op. cit. p. 49).

Sala Santander MiM.

 

En este espacio hicimos uso de un elemento no convencional, poner espejos dispersos junto a las obras, porque el retrato es una interpretación de quien lo pinta y de quien lo mira, porque al vernos ante un espejo nos reconocemos. Y cuando el otro me ve, también se reconoce.

La muestra JNH Un pintor desconocido es un proyecto que reúne el valor del pasado con la visión del presente. Con el fuerte compromiso de que las nuevas generaciones puedan conectar con su pasado para reconocer su patrimonio y apropiarse de él y protegerlo.

Bibliografía: Avilés, Enrique, Jaime Cuadriello, et al., Juan Nepomuceno Herrera. Los lindes del retrato. México, Artes de México, 2018.

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Ariadna Vargas Trejo actualmente se desempeña como responsable de Servicios Educativos en Mi Museo Universitario De La Salle en León, Guanajuato. Las fotografías de la exposición son cortesía de la autora.

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La exposición JNH Un pintor desconocido estará abierta al público hasta el 23 de junio en Mi Museo Universitario De La Salle, ubicado en Av. Universidad 602, Lomas del Campestre, León, Guanajuato.

 

Ver en el catálogo
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